“Fantasmas”, antología de cuentos de terror
Eduardo Berti, escritor y traductor, recopila cuentos de fantasmas de cuarenta y dos autores de distintos países, estilos y épocas. Ellos nos hablan de «almas en pena, difuntos sin paz, a quienes por lo común les ha quedado algo por hacer (una venganza que cumplir, un consejo que dar, un simple acto pendiente) y que, al volver, ponen en jaque las fronteras entre el “mundo real” y el “más allá”».
En el prólogo, Berti realiza algunas precisiones conceptuales. Nos habla de la etimología del término fantasma y de los tópicos recurrentes del género: la venganza y la deuda, y los remedios para deshacerse de los espectros. También realiza un recorrido histórico que da cuenta de que no hubo época ni cultura que no creyera en la vida después de la muerte. En nuestro siglo XXI, después de haber leído tantas historias de fantasmas, se nos hacen familiares ciertos rasgos formales del género que también enumera Berti: los ruidos de cadenas, los objetos que llevan y traen las almas en pena, la mezcla de sueño y realidad o las casas encantadas, por nombrar algunos.
La edad de oro de este tipo de historias es, sin duda, el gótico y el Romanticismo –si bien la antología comienza mucho más atrás con autores de la antigüedad como Plinio el Viejo o Luciano de Samósata–. El esplendor de esta literatura en la época victoriana sienta las bases de recursos, temas, personajes, espacios que quedarán como modelo para los escritores que vendrán después. En esa repetición, sin embargo, se anuncia cierto desgaste de esas fórmulas, aunque siempre hay algún autor o autora que encuentra la manera de renovar el género.
La selección de este libro nos permite acceder a escritores para algunos desconocidos, e incluso, leer a otros que ni siquiera sabíamos que habían incursionado en el terror, donde en más de una oportunidad no falta el humor o la ironía. Como para tener una mirada todavía más completa, se menciona bibliografía que muestra la importancia que ha tenido desde siempre la investigación sobre el más allá.
De lectura imprescindible para los que disfrutamos de las historias de fantasmas, el libro nos invita también a volver una y otra vez sobre esa pregunta que todos y todas nos planteamos alguna vez en la vida: ¿qué hay después de la muerte? Como dice Robert Aickman, citado en el prólogo: “El fantasma nos recuerda que la cosa más concreta y a la vez más incierta es la muerte, ese país desconocido del que ningún viajero ha podido regresar, excepto él”.
Eduardo Berti (compilador) Fantasmas, Adriana Hidalgo, 2009, 546 págs.
